Premios de cine 2022

(El año del bofetón)

Troy Kotsur
Jessica Chastain

Ariana DeBosé
Will Smith

Preámbulo (tendencioso)

Se le recordará como «el año del bofetón», por la «cagada» de Will Smith. Y lo fue, pero no por la agresión en sí (deleznable) o por la reacción de «machito» ofendido, sino por no darse cuenta de que su mujer aceptaba, aunque no estoicamente, la embestida. El contexto era que la enfermedad en cuestión (la alopecia de Mrs. Plinkett) adquiere relevancia precisamente porque la afectada decide no esconderse. En fin, todo absurdo, sobre todo las justificaciones del estilo de «él se lo ganó». Olvidamos lo que es un humorista y nos centramos en el mal gusto del comentario de Chris Rock. En la época del «trumpismo», el tomarse la justicia por su mano (¡por un chiste de mal gusto, pero por un chiste!) está, si no bien visto, tolerado y comprendido. No vaya a ser que gane la libertad de opinión, crítica o expresión de un cómico. Estamos, o lo parece, otra vez, en esa época en la que los bufones eran encarcelados o condenados a perder la lengua por su excesiva mordacidad con quien les pagaba.

Dicho lo cual (¡qué bien me he quedado, Dios mío!), prosigo…

Introducción

Dejaré claro, sin que sirva de precedente, que mis favoritas, eran «No mires arriba» y «El poder del perro», seguidas a poca distancia por «Ser los Ricardo» y que, como no podía ser de otra forma, he sido derrotado por esa gente sesuda y entendida que son los académicos (sarcasmo). Pero como este es mi blog, voy a poner vídeos de las que a mí me de la gana (faltaría más)

Un año cinematográfico sin obras maestras, aunque sí con grandes superproducciones, sobre todo las de Spielberg y Denis Villeneuve («Dune»), y con presencia significativa del cine independiente y de las producciones de las plataformas audiovisuales (que ya sabéis que aquí hay otra guerra). Y hay que decir también que la falta de creatividad (y de riesgo) de las productoras ha sido notoria. Un «puñao» de versiones de películas antiguas.

Las mejores

«No mires arriba» es una sátira política en clave de ciencia-ficción. Dos científicos descubren que un meterorito se va a estrellar contra la Tierra, pero se enfrentan a un hatajo de ineptos que les ignoran y luego les utilizan para ganarse a la opinión pública, mientras ellos tratan de ponerse a salvo. No deja títere con cabeza, ni redes sociales, ni medios audiovisuales, ni gobernantes (extraordinaria Meryl Streep haciendo de presidenta «Trump»). Queda también estupendamente retratado un gurú de Sillicon Valley (se adivina Elon Musk).

«El poder del perro» nos devuelve a una Jane Campion en plena forma, que no había estado tan intensa desde «El piano». Western psicológico sobre hermano tan unido que no deja en paz a la mujer con la decides casarte. Los celos, la soledad, la autoestima, las relaciones familiares, los deseos… Profundos asuntos todos, que, en manos de la inteligente directora australiana, componen un cocktail estupendo. A lo que se añaden 4 interpretaciones impresionantes. Se llevó la pedrea, con un premio (pero a la mejor dirección) de 12 nominaciones.

Las ganadoras

Sin un dominio abrumador, porque no tenía más que tres nominaciones, se puede decir que la ganadora ha sido «CODA: Los sonidos del silencio», interesante (y conmovedor) retrato de una familia de sordomudos en la que la hija logra sobreponerse a su «normalidad» (¡cuidado, spoiler!) y logra que sus padres y su hermano acepten que haga carrera como cantante. «Remake» de una película francesa, «La familia Bélier», tan entretenida o más que esta versión. Mejor película, guión adaptado y actor de reparto (el de Troy Kotsur, muy merecido, aunque tampoco era mala la interpretación del chico de «El poder del perro», Kodi Smit-McPhee). Por cierto, Marlee Matlin, primera sordomuda en ganar el oscar («Hijos de un dios menor», 1986), recibe su merecido homenaje, haciendo de madre.

Muchos premios, pero de esos llamados «técnicos» ha conseguido «Dune» (6 de 10). Magnífica adaptación del inicio de la larga serie de ciencia ficción de Frank Herbert, supera con creces a la anodina primera versión (de 1984, de David Lynch), sobre todo por su ágil ritmo y por el progreso de las técnicas de montaje, sonido y efectos especiales.

«Los ojos de Tamy Faye», la historia de una telepredicadora evangelista, se ha llevado 2 de 2, con el premio a Jessica Chastain. Como no la he visto, no puedo decir si lo hace mejor que mi admirada Olivia Coldman (de la que tampoco he visto «La hija oscura», por cierto). Mejor sigo.

Otras pedreas

Además de «El poder del perro», entran en esta categoría «West Side Story», «El método Williams», «Belfast» y «Drive my car». La primera es el salto al vacío de Spielberg, ante un reto de considerables dimensiones: reproducir el éxito del memorable musical dirigido por Robert Wise en 1961. Y logra triunfar en el desafío (otra discusión más cinéfila nos llevaría a decidir si hacía falta), pues el ritmo, la acción, las coreografías y el respeto reverencial por la música de Leonard Bernstein (de lo que se encarga el gran Gustavo Dudamel) rayan la perfección. Actualización necesaria (en estos tiempos de corrección política) es el casting: todos los «Sharks» son latinos al menos (no sé si portorriqueños). Merecido oscar a Ariana DeBosé y enternecedora aparición de Rita Moreno (91 años, con el oscar a cuestas por el mismo papel). Uno de siete.

«El método Williams» es el biopic no autorizado del padre de las tenistas. No llega a la hagiografía, pero casi, y es curioso que el peculiar individuo no haya tragado con tan almibarada versión de su «carrera » de manager y padre. No hay que negar que Smith lo hace bien (aunque yo prefiero a Cumbertbach o a Bardem) y que la película se deja ver. Otro tema es discutir sobre pedagogía y conductismo. Una estatuilla de 6 posibles.

«Belfast» cuenta los recuerdos de infancia de Kenneth Branagh en su ciudad natal. Interesante y entretenida, de tono más afable que «Las cenizas de Ángela», se queda en buen retrato costumbrista de una época en la que la violencia callejera era la protagonista y los niños, impotentes testigos. Un oscar (mejor guión original) de 7 nominaciones.

«Drive my car» es una película japonesa que plasma una novela de Murakami. Solo eso ya despierta espectación, pero lo que ya es criticable es tardar casi dos horas de metraje en provocar interés., porque las torturadas vidas de los protagonistas solo aparecen en los últimos 60 minutos (dura tres horas). Si se aguanta hasta ahí, tiene un pase. Buen guión y excelentes interpretaciones. Oscar al mejor film internacional (de 4 posibles premios).

Las derrotadas

Ya he hablado de las grandes perdedoras más arriba. Pero hay otras más.

«Licorire Pizza» es una original y divertida historia de amor entre adolescentes, dirigida, esta vez con moderación y tono agradable por Paul Thomas Anderson. Aires de nostalgia y reivindicación (está ambientada en 1973), para una película muy correcta y feliz.

«El callejón de las almas perdidas», remake de la obra de 1947, es un thriller sobre personaje trepa, ambicioso y timador, radicado en el mundo del circo y de la magia. Bradley Cooper hace el papel que Tyrone Power bordaba en la versión original. Excelente puesta en escena, buen ritmo y estupendas interpretaciones. (0 de 4).

Y termino con «Ser los Ricardo». Otro biopic, pero referido a un suceso concreto de la vida de Lucille Ball (famosísima actriz de comedia de los años sesenta y setenta) y su marido Desi Arnaz Jr. La acusación, por parte del Comité de Actividades Antiamericanas, de ser miembro del partido comunista, que pone en jaque una exitosa carrera. Película de aire teatral, ambientada en el mundo televisivo ( y, concretamente, en»I love Lucy», la serie televisiva que la elevó al estrellato), de ágil guión (especialidad de la casa: Aaron Sorkin) y ritmo endiablado, cuenta con las magníficas interpretaciones de Nicole Kidman y, sobre todo, de Javier Bardem, cuya recreación del esposo atribulado es eminente (alguien con luces decidió que el doblaje del actor en la versión española no lo hiciese él). Olvidarse de otra cosa que no sea verla en versión original: hasta para un profano en el idioma resulta sublime el inglés con acento cubano de nuestro genial intérprete). 0 de 3, pero estupenda película.

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2 respuestas a Premios de cine 2022

  1. ciencias dijo:

    Iba a hacer comentario sobre los últimos Goya, pero me dio pereza. El buen patrón es una obra maestra, una pasada, quizás entre las 10 mejores comedias españolas de todos los tiempos.

  2. Alberto dijo:

    Brillante blog! En lo relativo a Bardem, merece mención aparte “El buen patrón “ de Aranoa (un blog especial no estará nada mal …) El cine español lo merece…

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